Cuando el tiempo no cura las heridas, cuando te das cuenta de que las cosas no tienen solución, cuando vas y piensas '¿Qué hostia voy a hacer con mi vida ahora?', cuando llegas a ese extremo en el que no distingues lo bueno de lo malo, cuando esas dos palabras insignificantes se funden en una sola que te confunde, en ese mismo instante lo único que haces es meter sonrisas en papel de liar para no darte cuenta de lo que ocurre, para intentar ser feliz tras una mascara que te esconde y así poder trasladarte a cualquier otra parte.
Báilame el agua. Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto... Sácame de quicio, hazme sufrir. Ponme a secar como un trapo mojado. Lléname de vida, líbrame de mi estigma. Llámame tonta. Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora... no me arrastres, no me asustes... Vete lejos... pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo.
Soñadores
miércoles, 1 de febrero de 2012
Que venga lo que tenga que venir.
Me resbala si follas o fallas. Si estudias o prefieres trabajártelas. Si odias los domingos o si vas hablando mal por ahí de mí. Si eres victoria o fracaso. No me han quedado cicatrices de la hostia que nos pegamos, ni refugios, ni paisajes. Ni canciones que recordar. He vuelto a nacer y he vuelto atrás. Ahora soy invencible, imperfecta, sincera y rápida. Vuelvo a las andadas, que maravilla, hostias, quien me lo diría. Aquí estoy, de frente. Vamos, ven.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)