Báilame el agua. Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto... Sácame de quicio, hazme sufrir. Ponme a secar como un trapo mojado. Lléname de vida, líbrame de mi estigma. Llámame tonta. Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora... no me arrastres, no me asustes... Vete lejos... pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo.
Soñadores
viernes, 25 de noviembre de 2011
Yo nunca olvidaré el último vals
Aprendí que los peces nadan y las aves vuelan. Que los políticos mienten, que la Tierra es redonda. Que la gente es falsa, que todo el mundo tiene dos caras. Aprendí que la suma de dos y dos son cuatro, que hay que dar más de lo que se recibe. Que no hay que ilusionarse demasiado. Que la vida es un regalo. Me enseñaron que el futuro no está escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personitas diminutas, casi inexistentes. Aprendí que el tiempo pasa, que las arrugas salen, que los pechos se caen y que la belleza no es lo más importante. Aprendí a no creer en las promesas, a confiar en casi nadie y a contar por encima de todo quien siempre estuvo a mi lado. Contar con vosotras.