Soñadores

martes, 26 de julio de 2011


Ella, me enseñó a no arrepentirme de mis actos, a confiar en mí misma. Me enseñó a vivir cada segundo como si fuera el último suspiro. Me enseñó a sonreír a los problemas. Me enseñó que llorar es importante, pero de felicidad. Me enseñó que la vida es bella. Me enseñó lo que vale la pena. Me enseñó a respetar a las personas que quiero. Me enseñó en lo que puedo confiar. Me enseñó a reír con locura. Me enseñó a elegir por mi misma. Me enseñó como saber quién siempre va estar a tu lado. Me enseñó lo que vale la pena perder. Me enseñó a valorar lo que tengo. Me enseñó que debo luchar por mis sueños. Me enseñó que vale la pena gritar, aun cuando nadie puede oírte. Me enseñó la verdadera belleza. Me enseñó que tengo todo aquello que no se puede pedir. Me enseñó a superar los problemas, a hacerme más fuerte. Me enseñó que lo más importante es la verdad. Me enseñó a amar, a querer, pero nunca a odiar. Me enseñó que la vida lo que te da te lo quita. Me enseñó todo aquello a lo que las palabras no llegan. Me enseñó que vale la pena siempre intentarlo una vez más. Me enseñó que las páginas en blanco son solo pausas. Me enseñó que las historias son interminables. Me enseñó a encontrar la magia de las sonrisas.
Me enseñó lo que soy, y lo que siempre querré ser. Gracias por todo, Dámaris Freire.