Báilame el agua. Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto... Sácame de quicio, hazme sufrir. Ponme a secar como un trapo mojado. Lléname de vida, líbrame de mi estigma. Llámame tonta. Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora... no me arrastres, no me asustes... Vete lejos... pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo.
Soñadores
martes, 7 de diciembre de 2010
~ Y es verdad, que la razón ganó al corazón. Y esverdad, que a veces lo que se hace con la cabeza, no siempre es lo correcto.
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