Si has perdido el rumbo escúchame, llegar a la meta no es vencer; lo importante es el camino y en él debes aprender a levantarse después de caer, a tener seguridad en ti misma y entender que los problemas siempre tienen un final que tarde o temprano llegará. Mientras tanto, sabes que estaré aquí siempre. No existen separaciones. Cierra los ojos y...¡tachán!, estoy contigo.