Soñadores

jueves, 10 de febrero de 2011



Aprendí a dar y recibir amor incondicionalmente. Uno debe aceptar a los demás tal y como son, y aprendí la lección más importante de todas: no hay cosa más triste en la vida que el talento malgastado. Las decisiones que uno tome, determinan su futuro para siempre.       §•$, felicidad.