Báilame el agua. Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto... Sácame de quicio, hazme sufrir. Ponme a secar como un trapo mojado. Lléname de vida, líbrame de mi estigma. Llámame tonta. Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora... no me arrastres, no me asustes... Vete lejos... pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo.
Soñadores
domingo, 14 de noviembre de 2010
Nada de ná;
No importa qué tan hermosas o nobles sean las sendas ajenas, tu tienes necesidad de tu propia luz. Abre tu propio camino, fabrica tu propia lámpara.
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